Por segundo año ha tenido lugar en las instalaciones del centro cultural de Matadero (Madrid) la Feria de Economía Solidaria de Madrid. Una cita a la que hemos acudido algunos miembros del grupo de Biotropía, descubriendo un año más la variedad y riqueza de las entidades que forman el Mercado Social de Madrid (leer crónica del año 2013 aquí).
La Feria es lugar de encuentro y de divulgación de muchas de las iniciativas de “economía solidaria” que están surgiendo en torno a la Carta de Principios de la economía solidaria, desarrollada en seis principios:
1. Principio de «equidad», que va más allá de la «igualdad», al reconocer y respetar las diferencias entre las personas, dentro de una misma dignidad.
2. Principio de trabajo, que es más que un mero empleo o fuente de sustento, reconociendo la importancia de recuperar la dimensión humana, social, política, económica y cultural del trabajo que permita el desarrollo de las capacidades de las personas, produciendo bienes y servicios, para satisfacer las verdaderas necesidades de la población.
3. Principio de sostenibilidad ambiental. Puesto que toda nuestra actividad productiva y económica está relacionada con la naturaleza, nuestra alianza con ella y el reconocimiento de sus derechos es un punto de partida básico. Nuestra buena relación con la Naturaleza es una fuente de riqueza económica, y de buena salud para todos.
4. Principio de cooperación, en lugar de la competencia, construyendo colectivamente un modelo de sociedad basada en el desarrollo local armónico, las relaciones comerciales justas, la igualdad, la confianza, la corresponsabilidad, la transparencia, el respeto…
5. Principio “sin fines lucrativos”, lo cual no quiere decir «sin ánimo de beneficio» («bene-ficio» significa literalmente «lo bien hecho»). Pero unos beneficios económicos que no se reparten entre los propietarios del capital sino que se reinvierten en la propia actividad.
6. Principio de compromiso con el entorno, lo que exige, entre otras consecuencias, la implicación en redes y la cooperación con otras organizaciones del tejido social y económico cercano, dentro del mismo ámbito geográfico.
Sin duda, se trata de una manera de entender la economía distinta de los patrones imperantes en la sociedad, donde el fin más importante, si no el único, es el beneficio monetario, y el medio para obtenerlo, la competitividad. La Feria de la Economía Solidaria no solo plantea otros principios, en los que la persona, el trabajo y el entorno social y natural son prioritarios, sino que visibiliza un buen número de realidades que muestran que es posible.
Es verdad que muchas de estas entidades son recientes y algunas muy débiles. No sabemos qué pasará con ellas dentro de unos años. Posiblemente algunas hayan desaparecido o integrado en otras más sólidas. La fragilidad de los brotes no impide reconocer su capacidad para crecer y madurar. De momento no es más que un pequeño signo dentro de la economía capitalista competitiva en la que nos movemos. Un signo que, como su moneda propia, el boniato, no pretende sustituir la economía del euro sino ser complementaria, haciendo ver que otra economía es posible. ¿No es esto ya una buena noticia?
Biotropia 