Las guerras silenciadas

La guerra de Ucrania no es, desgraciadamente, el único conflicto armado que sufre el mundo. En la R. D. del Congo llevan años sufriendo una violencia que apenas tiene eco en los medios de comunicación. Un “silencio cómplice” que ni siquiera se rompe por la reciente visita del papa Francisco a este país y a Sudán del Sur. Merece la pena leer algunas de sus declaraciones:

«Condeno la violencia armada, las masacres, los abusos, la destrucción y la ocupación de las aldeas, el saqueo de campos y ganado, que se siguen perpetrando en la República Democrática del Congo. Y también la explotación sangrienta e ilegal de la riqueza de este país, así como los intentos por fragmentarlo para poderlo controlar».
«Es la guerra desatada por una insaciable avidez de materias primas y de dinero, que alimenta una economía armada, la cual exige inestabilidad y corrupción. Qué escándalo y qué hipocresía: la gente es agredida y asesinada, mientras los negocios que causan violencia y muerte siguen prosperando».
«Pongan fin a la guerra. ¡Basta de enriquecerse a costa de los más débiles con recursos y dinero manchado de sangre! ¡Manos fuera de la República Democrática del Congo, manos fuera de África! Dejen de asfixiar a África: no es una mina que explotar ni una tierra que saquear».

En este contexto, es conmovedora la imagen de un niño dando al papa un billete ‒de un valor de unos 0,007 euros‒ a la salida de la catedral de Yuba, en Sudán del Sur. Los pobres dando lo poco que tienen mientras los ricos siguen enriqueciéndose a costa de los más débiles.

(Imagen: Andrea Tornielli, director editorial del Vaticano)

Resumen de enlaces

Se ha celebrado el Davos el Foro Económico Mundial, que reúne a las élites empresariales y políticas. En su Informe de Riesgos Globales 2023, destacan la crisis del coste de la vida y los riesgos medio ambientales como las principales amenazas que afronta el mundo.

Oxfam Intermón ha lanzado el movimiento #TaxTheRich para exigir que los más ricos y las empresas multimillonarias paguen los impuestos que les tocan. “No podemos permitir que los ultra ricos se aprovechen de las crisis para aumentar su riqueza, que vendan y contaminen aquí pero declaren en un paraíso fiscal, que aumenten sus beneficios pero no suban los salarios de su plantilla, o que facturen millones pero apenas paguen impuestos”.

Por su parte, Justicia Alimentaria propone una campaña para limitar el precio de los alimentos básicos y saludables y otra para regular la publicidad de alimentos no saludables dirigida a los niños.

El creciente consumo de insectos para alimentación resuelve algunas necesidades pero también tiene riesgos para la salud: hace falta más investigación.

Y un par de noticias estimulantes: La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) pidió el 25 de enero, por abrumadora mayoría, el reconocimiento del delito de ecocidio, basándose en un informe recientemente publicado por su Comisión de Asuntos Sociales, Salud y Desarrollo Sostenible sobre el Impacto medioambiental de los conflictos armados: “los daños medioambientales, multifacéticos, graves, duraderos y en su mayoría irreversibles, causados en los conflictos armados afectan no sólo a los ecosistemas, sino también a la salud humana más allá de la zona de conflicto y mucho después de que éste haya terminado. Se socavan así los derechos humanos a la vida y a un medio ambiente sano».

Y aunque otros indicadores medioambientales son alarmantes, la capa de ozono está en vías de recuperarse en las próximas cuatro décadas, según un informe divulgado en enero por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El informe confirma que la eliminación progresiva de casi todas las sustancias prohibidas que dañaban la capa ha conseguido preservar a ese escudo protector, lo cual permite la recuperación en la estratosfera superior y una disminución de la exposición humana a los perjudiciales rayos ultravioleta del sol.

Terminamos una vez más con las consoladoras palabras de Koldo Aldai a propósito del terremoto en Turquía y Siria. “La tierra tiembla, la humanidad se abraza”.

La cita espiritual. “Dichoso el hombre” (Salmo 1). Rafael Prieto Ramiro

Mira, no te equivoques, hombre,
no busques una felicidad barata,
no la busques por los caminos trillados que nos pintan.
No hagas caso de los reclamos de la publicidad
ni te dejes llevar por la seducción de las cosas.

No está la dicha en tener muchas cosas,
en lucir buenas marcas,
en conseguir gran fortuna.
Ni está la dicha en los placeres de la vida
o en llegar a ser una estrella.
Esta dicha es vana, engañosa, huidiza.
La gente se mata por ella
y termina siendo desdichada.

Yo he visto la felicidad
en la cara de los pobres
pero eran libres.
Y he visto dicha en personas que lloraban,
pero con fe y abiertos a la esperanza.

No es más feliz el que más tiene,
sino el que más comparte.
No es más feliz el ansioso
que mendiga el placer de puerta en puerta,
sino el que escala la montaña de la libertad.
No es más feliz el esclavo de sus instintos
sino el esclavo del amor.

Dichoso, pues, el hombre que se abre
a los caminos del amor.
Maldito el odioso y egoísta
que hace sufrir al otro para su provecho.
Bendito el que se niega a sí mismo
para dar vida a los demás.

Extraido de Manantial de amor inagotable Adviento y Navidad 1997, Caritas Española.

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