En Noruega definen el verano como «diez meses de expectación y dos meses… de decepción». Algo así podemos decir de la Cumbre del Clima de Glasgow, recientemente concluida. Un año de preparativos… y una decepción anunciada de antemano. No parece que sirvieran de mucho las palabras de António Guterres, Secretario General de la ONU, al comienzo de la COP26: “Basta de tratar la naturaleza como un retrete. Estamos cavando nuestra propia tumba”.
Algo se ha hecho: acuerdos sobre deforestación, metano y carbón, escasamente vinculantes, y un compromiso de revisar anualmente los planes de reducción de emisiones, en lugar de cada cinco años como establecía el Acuerdo de París de 2015. Como todo, depende de cómo se mire…
Lo cierto -¡y lo esperanzador!- es que cada vez hay más sensibilidad hacia nuestra casa común entre las poblaciones, sobre todo los jóvenes. Como decíamos en el anterior boletín, mientras hay vida, hay esperanza.
Manifiesto por una salida razonable a la crisis de la Covid
Un centenar largo de profesionales, científicos y ciudadanos han publicado un «Manifiesto por una salida razonable a la crisis de la Covid«, en el que piden a las autoridades políticas y sanitarias «salir de los enfoques reduccionistas centrados únicamente en la vacunación» y otras medidas, a la vez que ruegan a los medios de comunicación una posición más imparcial que dé cabida a «las voces que, desde la ciencia y la experiencia clínica, están ofreciendo críticas muy valiosas».
Taller de Biotropía
El próximo fin de semana del 26-28 de noviembre tendrá lugar en Cañicosa (Segovia) una nueva edición de los talleres de Biotropía, animada por Juan Carlos Martínez y José Eizaguirre. Publicamos la convocatoria y el programa. ¡Todavía quedan plazas!

La cita espiritual. «Yo vengo a ofrecer mi corazón». Fito Páez.
Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Tanta sangre que se llevó el río.
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
No será tan fácil, ya sé qué pasa,
no será tan simple como pensaba.
Como abrir el pecho y sacar el alma,
una cuchillada del amor.
Luna de los pobres siempre abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Como un documento inalterable,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquila, me iré despacio.
Y te daré todo, y me darás algo,
algo que me alivie un poco más.
Cuando no haya nadie cerca o lejos,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Cuando los satélites no alcancen,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y hablo de países y de esperanzas,
hablo por la vida, hablo por la nada.
Hablo de cambiar ésta nuestra casa,
de cambiarla por cambiar, nomás.
Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Vídeo de Fito Páez
Versión cantada con Mercedes Sosa