Para muchos, los pasados días de Navidad han sido extraños por la multiplicación de las infecciones de Covid que han hecho suprimir muchas reuniones familiares y multiplicar los confinamientos. Añoramos una “nueva normalidad” que no parece llegar mientras vamos conviviendo con un virus que nos ha cambiado la vida, seguramente para siempre.
Aunque ya estamos superando los días más oscuros del año, seguimos viviendo días sombríos y fríos que nos invitan a la espera activa. No solo en lo climatológico: aprovechando la debilidad de la población, las fuerzas que se mueven en la oscuridad parecen no tomar tregua ante una sociedad cada vez más controlada y confundida.
Seguimos esperando la luz, haciendo todo lo posible para no apagar la que nos ilumina desde nuestro interior: El mundo se oscurecerá y tú verterás luz sobre él y disiparás las tinieblas (Gandhi).
(Imagen: Pexels-Pixabay)
Acompañantes de procesos de conversión
Una decena de personas participó en el taller de Biotropía que tuvo lugar en Cañicosa los días 26-28 de noviembre, viviendo de forma saludable y sostenible y compartiendo nuestros recursos y experiencia en la conversión de nuestra forma de vida.
Un fin de semana intenso y gratificante, que nos confirma en nuestra identidad de acompañantes de procesos personales y grupales de conversión de los estilos de vida. Nos alegra poder ofrecer así la experiencia que a lo largo de los años hemos adquirido en Biotropía.
Resumen de enlaces
Comenzamos con la reflexión de Fin de Año de Cristianismo y Justicia, Penúltimas palabras: “El tiempo nos va situando y haciéndonos más humildes: aquello que imaginábamos pasajero parece que va para largo, y la lista de amenazas no solo no disminuye, sino que crece, sumiéndonos en una tristeza y una desorientación que pueden llegar a ser paralizantes. De ahí que, al finalizar este año 2021 y al estrenar el 2022, ya no nos atrevamos con grandes palabras, sino tan solo con penúltimas palabras…”
Jordi Pigem también reflexiona en clave de pandemia y posverdad. «Tratamos de tapar nuestro vacío existencial con posesiones y distracciones. Pero no funciona. La tecnología ha dejado de ser un instrumento y hoy lleva las riendas, cada vez más. Por un lado nos empodera, multiplica enormemente nuestras posibilidades. Por otro lado, acrecienta el vacío existencial”, afirma en Pandemia y posverdad. La vida, la conciencia y la Cuarta Revolución Industrial, de Fragmenta Editorial, recientemente publicado.
Leonardo Boff escribía en diciembre El futuro depende ahora de nosotros. Un futuro con tres premisas: superar el paradigma del ser humano como dominus, dueño y señor, que no se siente parte de la naturaleza sino que la domina con el instrumento de la tecnociencia. Asumir la alternativa al dominus, que sería el frater: el ser humano, hombre y mujer, hermanos y hermanas unos de otros y de todos los seres de la naturaleza, por tener todos un origen común y por sentirnos parte de la naturaleza. Y activar el “principio esperanza”, impulso interior que está presente siempre en el ser humano llevándolo a la indignación contra los desaciertos sociales y al coraje para transformarlos.
En un tema más concreto, el partido Por Un Mundo Más Justo apoya las propuestas políticas por un consumo saludable y sostenible, en particular respecto a los modelos de ganadería intensiva y el excesivo consumo de carne (en España triplicamos las necesidades nutricionales indicadas por la Organización Mundial de la Salud).
Por su parte, Gustavo Duch alerta de que Ha llegado el colapso porcino.»Ya es hora de que la administración y el sector asuman que el modelo de agroindustria no es sostenible ni ecológicamente ni económicamente. Que no sufrimos el estallido coyuntural de una burbuja, sino que nos encontramos en un colapso del sector. Y que el camino pasa por un decrecimiento».
En clave más profunda, una entrevista al científico británico Rupert Sheldrake, formulador de la teoría de los campos morfogenéticos, campos no físicos que llevan información y almacenan la memoria de los hábitos de la naturaleza: “No existe ninguna razón científica para negar la conciencia en la totalidad de la naturaleza”.
Y en una línea similar volvemos a Leonardo Boff: Ante el futuro, desencanto o esperanzar. “Estimo que debemos esperar lo inesperado, pues si no lo esperamos cuando llegue no lo percibiremos. Lo inesperado puede ocurrir dentro de la perspectiva cuántica: el sufrimiento actual a causa de la crisis sistémica no será en vano; está acumulando energías beneficiosas que, al alcanzar cierto nivel de complejidad y de acumulación, darán un salto hacia otro orden más alto con un nuevo horizonte de esperanza para la vida y para el planeta vivo, Gaia, la Madre Tierra. Del actual caos destructivo podemos pasar a un caos generativo de un nuevo modo de ser y de habitar el planeta Tierra”.
Concluimos con una palabra: arugamama, un término japonés frecuentemente utilizado por el budismo zen. Arugamama representa una forma de armonizarse con la naturaleza y aceptar que en invierno hace frío y en verano hace calor. Las cosas como son.
La cita espiritual. «La última oración de Gandhi».
Ya te sientas fatigado o no ¡oh hombre!,
no descanses.
No ceses en tu lucha solitaria,
sigue adelante y no descanses.
Caminarás por senderos confusos y enmarañados
y solo salvarás unas cuantas vidas tristes.
¡Oh hombre!, no pierdas la fe,
no descanses.
Tu propia vida se agotará y anulará,
y habrá crecientes peligros en la jornada.
¡Oh hombre! que soportas todas esas cargas,
no descanses.
Salta sobre tus dificultades
aunque sean más altas que montañas,
aunque más allá sólo haya campos secos y desnudos.
¡Oh hombre!, no descanses hasta llegar a esos campos.
El mundo se oscurecerá y tú verterás luz sobre él
y disiparás las tinieblas.
¡Oh hombre!, aunque la vida se aleje de ti,
no descanses.
¡Oh hombre!, no descanses;
procura descanso a los demás.
(Oración de Gandhi en la mañana del día en que fue asesinado, 30 de enero de 1948)