Así vivimos La Hora del Planeta 2015
WWF ha elaborado un estimulante vídeo (3:27) “Así vivimos La Hora del Planeta 2015” de la celebración en Madrid, una de las casi 10.000 ciudades de 172 países que el pasado 28 de marzo se unió a esta convocatoria para apagar durante una hora nuestro consumo de energía y ayudarnos a ser más conscientes de la necesidad de defender la naturaleza ante el cambio climático. Mucha gente pequeña, haciendo pequeños gestos como éste, pueden generar grandes cambios. Este año es especialmente importante, pues el próximo mes de diciembre, en París, los gobiernos de todo el mundo tienen el reto de aprobar un acuerdo a favor del clima.
Éste es uno de los enlaces positivos de esta semana en el resumen semanal de noticias en Twitter. Otros son el ejemplo de Antonio Moreno, ingeniero industrial jubilado, de Sevilla, que lleva años embarcado en una particular batalla personal contra los abusos de las grandes compañías eléctricas y que ha conseguido ahorrarnos a los ciudadanos 500 millones de euros. La última entrevista a Antonio Lucena, ecologista político recientemente fallecido. “Yo he sido muy austero en mi vida y eso me ha permitido ser más rico en sentimientos. En parte, fue el ecologismo y su gente quienes me enseñaron a vivir mejor con menos.” Una entrevista a Daniel Valls, presidente de la junta rectora del Consell Català de la Producció Agrària Ecològica (CCPAE): “El crecimiento anual del sector ‘bio’ catalán es del 15/20%”. Y, finalmente, un testimonio escalofriante del Dr. Bashir Abdiweli, de MSF, tras la atención a las víctimas del ataque a la Universidad de Garissa (Kenia): “Una tristeza ha descendido sobre Garissa”.
Además de, como siempre, los sitios web de Biotropía en Facebook, Paper.li y Biotropía Práctica, y Meetup.
La cita espiritual. “Condúceme, Luz Amable”, de John Henry Newman
Condúceme, Luz Amable, a través de la envolvente penumbra,
¡Llévame Tú hacia delante!
La noche es oscura, y estoy lejos de mi hogar
¡Llévame Tú hacia delante!
Guía mis pasos; no pido ver
el lejano paisaje, un solo paso me basta.
No siempre ha sido así, ni he rogado que Tú
me llevases hacia delante.
Me gustaba elegir y ver mi camino, pero ahora
¡Llévame Tú hacia delante!
Amaba el estridente día, y, a pesar de los temores
el orgullo dominaba mi voluntad: no te acuerdes de los años pasados.
Hace tanto tiempo que Tu poder me ha bendecido, seguro que aún
me conducirá hacia delante,
por la pradera y el pantano, por el despeñadero y el torrente,
hasta que la noche se haya ido;
y con el alba las caras sonrientes de ángeles
que yo amé desde hace tanto y durante un tiempo he perdido.