¡Nunca más la guerra (ni la de Ucrania, ni la de Siria, ni la de Yemen…)! ¡Malaventurados los que promueven las guerras, los que las financian, los que fabrican sus armas, los que cultivan sus causas! Nuestra compasión a todas las víctimas inocentes y a todas las personas que sufren agresiones de todo tipo ¡y bienvenidos, refugiados ucranianos (y sirios, y yemeníes, y afganos, y bangladesíes, y…)!
Se dice que en una guerra la primera víctima es la verdad. En este sentido, como escribe Bea Talegón en El equilibrio imposible, nos falta información en detalle sobre lo que está pasando (y por qué esta pasando), pues algunos medios de comunicación más que ofrecer información lo que procuran es crear opinión. “Resolver este conflicto necesitaría… no dar por hecho que una parte tiene razón y la otra está totalmente equivocada. El simplismo siempre lleva a un resultado erróneo (e injusto).”
En este sentido, en el blog de Cristianismo y Justicia Joan Morera publica Ucrania, un contexto histórico: “Con este artículo he querido exponer los motivos por los que este conflicto tiene sus causas en los dos lados implicados, no sólo de uno. Aun así, condenamos con especial rotundidad el actual ataque indiscriminado de Rusia hacia un país soberano como Ucrania, y queremos apoyar muy de cerca a la comunidad ucraniana por la dura violencia que está sufriendo.”
Laura Ramos, en el blog de Ecooo, hace un breve Análisis económico y energético de la invasión rusa a Ucrania: “Los precios altos de los combustibles fósiles, retroalimentados por las ansias de poder del gobernante ruso, podrían ser lo que la Humanidad necesita en estos momentos para cambiar el modelo energético y productivo antes de que el calentamiento global supere umbrales críticos. Y para cambiar las dinámicas del poder, entre países y entre personas.”
Sin duda, estamos ante un conflicto complejo, en el que intervienen hasta elementos religiosos, como pone de manifiesto Jaume Flaquer: ¿Qué papel juega la religión en el conflicto de Ucrania?
(Foto de Matti en Pexels)
Resumen de enlaces
Siempre es reconfortante visitar la sección de buenas noticias para celebrar de Amnistía Internacional.
Pero no todo es positivo. España es el país europeo con más infracciones medioambientales abiertas. La Comisión mantiene activos 26 expedientes por incumplimiento de las normas verdes de la UE.
Bélgica y Hungría son los dos últimos países europeos (ya van diez) que declaran el fin de la pandemia y levantan las restricciones anticovid.
En un nivel doméstico, la Fundación Vida Sostenible ofrece una breve encuesta de “nivel de complicación cotidiana”, a la vez que consejos para ahorrar tiempo y dinero simplificando el ecosistema doméstico.
Dos iniciativas legislativas populares que conviene conocer (y apoyar): Esenciales busca recabar 500.000 firmas para forzar al Congreso de los Diputados a debatir la necesidad de una Regularización Extraordinaria de personas extranjeras en España. Además de las entidades promotoras son muchas las organizaciones que están recogiendo firmas (necesariamente en papel). Y a nivel europeo, se ha iniciado una Iniciativa Ciudadana Europea bajo el lema STOP 5G, conectados pero protegidos, recogiendo 1.000.000 de firmas en al menos siete países de la UE, pidiendo “una normativa que proteja nuestra salud, la naturaleza, el medio ambiente y nuestra privacidad”. Se puede firmar online.
Y para terminar, un artículo de Leonardo Boff: ¿Hay maneras de evitar el fin del mundo? “La historia ha mostrado varias veces que el surgimiento de lo inesperado y la aparición de lo improbable son plausibles y pueden cambiar el rumbo de los acontecimientos”. Creemos que ambos –lo inesperado y lo plausible– son posibles. La humanidad ha pasado por varias crisis de gran magnitud y siempre consiguió salir y de forma mejor. ¿Por qué ahora sería diferente?
La cita espiritual. «Solo le pido a Dios». Mercedes Sosa
Solo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente.
Que la reseca muerte no me encuentre
vacía y sola, sin haber hecho lo suficiente
Solo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente.
Que no me abofeteen la otra mejilla
después que una garra me arañó esta suerte
Solo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente.
Es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.
Solo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente.
Si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente
Solo le pido a Dios
que el futuro no me sea indiferente.
Desahuciado está el que tiene que marchar
a vivir una cultura diferente
Solo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente.
Es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente
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