Por Nené
Los primeros días de agosto celebramos el encuentro de verano de Biotropía en Zarzalejo (Madrid). Tres días preciosos de convivencia y puesta en práctica de esos «estilos de vida en conversión» que queremos vivir.
Viernes 1 agosto: ¡ADMIRACIÓN!
Nos quedamos admirados viendo funcionando el horno solar que habíamos hecho durante la mañana. El té de la sobremesa se hizo en él y supo doblemente rico.
Más admiración y degustación tuvimos con los exquisitos platos veganos del gran chef Ignacio (tabla de «quesos vegetales» -sin leche-, rollitos con verduras en crudo y el broche final: un tiramisú crudivegano (sin ingredientes de origen animal, cocinados sin calor). ¡No hay palabras!
Por la tarde, admiración de nuestro propio cuerpo y sus reacciones en las manos de Ana, que nos dedicó a cada uno una relajante sesión de Reiki.
Y al caer la tarde, impresionante puesta de sol al lado de la charca… Momento mágico de admiración contemplativa.
Sábado 2 de agosto: ¡MOTIVACIÓN!
El grupo se hizo más grande; llegamos a juntarnos hasta trece. Un gran grupo motivado para las actividades de la huerta y los talleres de hacer pan y jabón. Entre nosotros, la presencia de Karim, camerunés, contándonos sus experiencias y su palabra más repetida: ¡seguro! Seguro que, trasmuchas desventuras, ha conseguido llegar a España, tener permiso de residencia y trabajo… con esa fuerte motivación.
La sobremesa nos trae un café-concierto espontáneo, motivado por el ambiente y la improvisación de Ángel y Karim. La batucada de Juan Carlos con Maite, Víctor con la flauta travesera y la Guitarra de José nos pusieron a ritmo -¡y qué ritmo!- haciendo realidad eso tan vital que «la motivación es el motor para cualquier acción».
En contraste con la música y el baile, las experiencias de silencio que nos presentó Teresa fueron también fuente de motivación para una vida íntegra e integrada de cuerpo, mente y espíritu.
El día concluyó con una vigilia de oración pidiendo la paz, sobre todo en Gaza..
Domingo 3 de agosto: ¡GRACIAS!
Pues sí, surgía este sentimiento de agradecimiento por estos días tan buenos, intensos y reposados a la vez (y eso que no nos dió tiempo de abordar todo lo previsto, como una interesante dinámica sobre el reciclaje que queda pendiente). Aunque nos quedamos pocos hubo un ratito para manifestar nuestras expectativas para continuar y seguir avanzando como grupo después del verano. Se volvió a lo hablado en la reunión de julio: que esto no se quede en nosotros, lo importante que es la divulgación.
Y así nos despedimos con ese ¡GRACIAS!
Y un bravo a nuestro biotrópico Víctor chiquitín, que ya promete.