Propuestas para poner en práctica la “guía de conducta”
Personalmente
Algunas personas se sirven de esta «guía de conducta» para ser más conscientes de sus pautas de comportamiento -esporádicas o permanentes- en cada uno de estos ámbitos y proponerse pequeños gestos o acciones durante un tiempo determinado, para evaluarlos, en su caso consolidarlos y proponerse nuevos pasos.
Hacerlo así, y por escrito, ayuda a darse cuenta tanto de los ámbitos que se quedan en blanco como de aquellos en los que uno se reconoce “con ventaja” y sobre los que puede ofrecer su experiencia a otros.
Es enriquecedor además poner este trabajo personal bajo la luz de otra persona que ayude a poner en práctica y evaluar lo propuesto.
En pareja/familia/comunidad
La «guía de conducta» es una herramienta que está sirviendo a personas que viven juntos -o se preparan para ello- a conocerse mejor y elaborar su proyecto de vida en común.
Los «grupos de apoyo mutuo»
Son grupos de personas en torno a estos principios y comportamientos, con autonomía de funcionamiento y unidos en red.
Somos personas que hemos empezado a dar pasos en la conversión de nuestros estilos de vida y nos apoyamos mutuamente, compartiendo:
– Momentos de silencio, conciencia corporal y oración.
– Motivaciones y experiencias de cambio personal.
– Estrategias, consejos, «recetas»… que nos han servido para cambiar.
– Fuentes de formación e información.
– Actividades y talleres de aprendizaje.
– Acciones comunes con vistas a un cambio social y estructural.
Actualmente hay un grupo en Madrid y otro en Valencia.