12. Divulgación

Expansión de estos estilos de vida. Educación. Comunicación.

Comunicar y compartir este proyecto de vida. Ayudar a otras personas que se propongan vivirlo. Quien tenga hijos a su cargo, incluir estos criterios en su educación. Quien trabaje en educación formal y no formal, transmitir estos criterios a los educandos, compartir estos planteamientos en el equipo de educadores y en la comunidad educativa. Quien tenga capacidad de intervención en medios de comunicación, utilizarlos para divulgar este estilo de vida, invitar a asumirlo, poner en contacto a quienes lo han asumido…

Vivir de forma que no hagamos daño a nadie, ni a otras personas y sociedades, ni al medio ambiente, ni a las generaciones futuras ni a nuestra propia salud corporal y espiritual… todo eso es necesario pero no suficiente. No basta con vivir nosotros así si no nos empeñamos en que otras personas también vivan así.

Es cierto que a lo largo de estos ámbitos vemos a personas e instituciones comprometidas en la difusión y divulgación de sus principios y valores, así como de sus estrategias de acción y actividades concretas. Las cooperativas de consumidores, por ejemplo, no solo buscan productos sanos para sus miembros sino también contribuir a otra forma de organización social, con frecuencia organizando actividades específicamente dedicadas a la divulgación.

Sin embargo, aunque esta dimensión comunicativa y educadora esté presente en todos los anteriores, merece un ámbito propio, «el último pero no el menos importante». Hablamos entonces de quienes ponen la insistencia en la expansión de estos estilos de vida.

En algún momento hay que mencionar al Foro Social Mundial y éste es un buen lugar. Un foro que desde 2001 pregona a los cuatro vientos que Otro mundo es posible y cuya Carta de principios sirve de base a multitud de otros foros regionales o temáticos.

El mundo de la educación es desde siempre una plataforma privilegiada. Muchos educadores se esfuerzan en transmitir a las nuevas generaciones criterios y críticas a la sociedad de consumo en la que vivimos. Además, existen campañas y programas específicos de educación en la solidaridad, el voluntariado y la sostenibilidad. Cada vez hay más materiales impresos y virtuales sobre ello. Existen incluso premios de educación para el desarrollo.

Están todas las editoriales, productoras y distribuidoras (ver ámbito 3. Formación) cuya finalidad es la comunicación y divulgación.

Y hay también fundaciones dedicadas a la promoción y difusión de cambios en la sociedad, como, entre otras, la Fundación Vida Sostenible, que pretende potenciar estilos de vida responsables, FUHEM, en sus dos ramas de Educación y Ecosocial, ECODES o CONAMA, entre otras.

¡Cuánta buena gente promoviendo la divulgación de estilos de vida en conversión!

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